lunes, 26 de mayo de 2014

  TIPS PARA MEJORAR LA ORTOGRAFÍA 









1.       Pon atención en todo lo que escribes. Muchos errores ortográficos se deben a que no se presta la suficiente atención.
2.       Escribe con tiempo suficiente. Cuando escribes muy rápido puedes pasar por alto varias reglas ortográficas. Una coma o un acento omitido pueden cambiar el sentido de la oración.
3.       Lee al menos dos veces lo que escribes. Una buena práctica antes de enviar el documento que estamos redactando, es leer lo que se está escribiendo; recuerda que lo que parece que está bien a primera vista, cuando se mira con mayor detenimiento se observa que posee errores de sintaxis y semántica.
4.       Estudia las reglas ortográficas. Las herramientas provistas por los diferentes sistemas operativos te ayudarán a corregir los errores de escritura, pero si estás tomando notas o escribiendo algún trabajo o reporte a mano, es preciso que conozcas las reglas ortográficas.
5.       Usa herramientas adicionales. Si tienes muy mala ortografía, siempre es bueno usar herramientas como correctores ortográficos que están disponibles en casi todos los editores actuales o herramientas ofimáticas.
6.       Muestra el documento a un amigo. En ciertas ocasiones, siempre es bueno obtener otro punto de vista que no sea el nuestro y especialmente si contamos con alguien con mejor ortografía. Ellos nos pueden hacer ver cosas que nosotros somos incapaces de observar en ese momento en particular.
7.       Chatea sin errores de ortografía. Si acostumbras a chatear por celular o por computadora, seguramente verás muchos errores cometidos por personas que usan estos medios y que luego serán repetidos por ti. Intenta tener una buena ortografía antes de retomar un chat para no caer en los mismos errores de siempre, de esa manera podrás ayudar a tus amigos del chat a mejorar también.
8.       Practica constantemente. Muchas personas escriben mal porque se han acostumbrado a hacerlo de forma inconsciente durante muchos años, esto podría aplicarse a la inversa; mantente consciente de lo que escribes y procura hacerlo de forma correcta. Mientras más practiques, mejor podrás escribir.
9.       Haz de tu rutina una buena ortografía. Planea escribir periódicamente un texto de forma correcta, esto hará que tu mente trabaje de mejor manera y asimile las reglas ortográficas.
Conejos:
Adquiere el hábito de la lectura. Generalmente, los libros han sido revisados y por ende poseen una buena ortografía. El estar siempre en contacto con textos de buena ortografía, crearán poco a poco un diccionario de palabras bien escritas dentro de ti.


El tener una buena ortografía es algo que puede llevar toda una vida si se plantea como una filosofía de mejora continua.






LA IMPORTANCIA DE LEER





En esta sociedad tan "sobreestimulada" con Ipads, Ipods, programas chorras de televisión y alguno que otro que vale la pena, videojuegos, videoconsolas de todas las marcas (¿hay alguna maquinita de marca blanca?), ordenadores, móviles que parecen una tienda de suvenir en los que puedes encontrar de todo; wathsapp, facebook, twitter, mensajes de audio, de texto y multimedia, internet, incluso alguna llamada, etc., ¿de verdad pensáis que los niños ven atractivo leer? Pues por desgracia, no. Pero ni los niños ni los que han dejado de serlo.
La lectura es un hábito y como todos los hábitos se educa. ¿Cómo quieres que tu hijo lea si no te ha visto nunca con un libro en la mano? Si queremos un futuro de personas que tengan un nivel cultural razonable, que sean capaces de crear, de tener ideas propias, de argumentar y persuadir, ser imaginativos y que tengan un pensamiento PROPIO, fomentemos la lectura. Los adultos, tanto los padres como los educadores, tenemos la obligación y responsabilidad de educar no solo en valores sino en conductas sanas para los niños.
Este artículo no es una guerra abierta contra la telebasura ni contra los avances tecnológicos, sino un clamor hacia los beneficios de leer. Los videojuegos y muchos de los entretenimientos audiovisuales fomentan la atención, concentración y muchas otras habilidades y destrezas que favorecen diferentes aspectos del desarrollo de los niños y adultos. Pero ninguno de ellos puede suplir los beneficios de la lectura.
Las carencias que pueden tener los niños que no tienen el hábito de leer se relacionan con bajo nivel cultural, más dificultades escolares, menor velocidad lectora, pobreza de vocabulario y menor creatividad, entre otras.
La lectura forma parte de educar en valores. Leer puede ayudar a fomentar la imaginación, la creatividad, la fantasía e incrementa la capacidad crítica, así como la mejora de procesos cognitivos como concentración y atención, mejora la comprensión de relaciones entre las cosas y la formación de conceptos. Algunos libros ayudan al cambio de actitudes. Leer ayuda a soñar, a viajar, crear y pensar, incluso reír, porque hay niños que mientras leen, se ríen a carcajadas.
La lectura también está relacionada con la confianza, autoestima y seguridad. Las personas con un bagaje cultural son capaces de participar en conversaciones de todo tipo, se sienten con argumentos y formación suficientes para opinar. La cultura que aporta la lectura hace que te sientas más seguro a la hora de expresar opiniones en grupo, ya que el lector puede fundamentar y contrastar información sobre un determinado tema o problemática. Así que no solo aporta seguridad, sino que mejora tus relaciones personales y sociales. Y esto es una fuente de bienestar y felicidad.

El debate no está en si es mejor regalar libros o videojuegos, porque cumplen funciones diferentes. No podemos permitir que los videojuegos suplanten a la lectura o a las relaciones sociales. Cada actividad debe ocupar su lugar en el espacio de ocio de un niño o adolescente. Los videojuegos pueden ayudar a introducirte en la informática, a estar al día en las nuevas tecnologías, pero algún tipo de videojuegos puede fomentar la competitividad, la rivalidad y comportamientos agresivos. El atractivo audiovisual de los videojuegos (música, colores, etc.) compite con el esfuerzo que para algunos niños supone coger un libro y empezar a leerlo. Podemos aprovechar el interés de algunos videojuegos y películas para introducir al niño en la lectura.
Existen libros para cualquier edad. Si el niño no sabe leer, siempre hay cuentos con los que empezar a familiarizarse. Libros que tienen diferentes texturas, sonidos, colores y dibujos. El niño empieza a comprobar que el cuento es una fuente de información. Es de vital importancia el papel que juegan los padres, maestros y gente allegada en el fomento de la lectura, no solo como modelos sino como estimuladores de la lectura.
Para fomentar la lectura es mejor que el niño empiece a leer aquello que le gusta, siempre y cuando sea adecuado para su edad. Todos los libros, cómics y cuentos pueden aportar aspectos positivos, aunque existen libros que estimulan más la creatividad, la imaginación y el pensamiento crítico. Existe un libro muy atractivo para los niños que permite que el lector vaya eligiendo y decidiendo la trama y el desenlace a través de las opciones que te ofrece el final de cada capítulo. No hay que obligar al niño a leer un tipo de lectura determinado, sino dejar que él intervenga y decida. Es muy positivo que el libro te haga pensar.

CONSEJOS PARA "ENGANCHAR" A LOS NIÑOS A LA LECTURA:

Habla de la lectura en términos positivos. Exprésate con frases como "me acabo de leer un libro que me ha tenido entretenidísimo", "cuando leo siento una paz interior increíble"... Y verbaliza todo esto con tus hijos.
Háblales de los libros que lees, de sus historias, personajes, de la intriga, el amor... despiértales el gusanillo.
Igual que los llevas de compras cuando vas a por ropa o al súper, llévalos a ver librerías. Hay secciones, incluso librerías de niños, que son paraísos de lectura. Hay libros con ilustraciones preciosas, las tapas, los títulos sugerentes, el olor de las librerías, el colorido. Déjales que se entretengan viéndolos, tocándolos, abriendo, leyendo las contras, deja que elijan el suyo. Las librerías son lugares maravillosos para perderse. Siempre he pensado que una buena librería debería ofrecerte un café al entrar y dejar que te sumerjas en ese mundo tan especial. Seguro que la gente se llevaría más libros y volvería más a menudo.
Lee con ellos por las noches. Hay libros de adultos que tratan de valores, ideas que se pueden leer en familia. Yo leí El mundo amarillo de Albert Espinosa por las noches con mis hijos. Cada noche leíamos un capítulo en alto, y a pesar de las partes duras del libro, creo que fue una experiencia maravillosa con ellos, les hizo ver el mundo desde otra perspectiva. Gracias Anita por regalármelo (Ana es la megacrack del maquillaje en el programa de Para Todos la 2, en TVE. Consigue que cada semana salga sin ojeras, gracias guapa).
Incúlcales el hábito de leer antes de acostarse, aunque sean quince minutos. Pregúntales de qué va el libro, que lo relacionen con su vida, con otras historias, etc.
Y sobre todo, haz tú el esfuerzo por leer... y que te vean con las manos en la masa. Fomentar el hábito está bien, pero predicar con el ejemplo, mejor. No podemos esperar que un niño lea si no ve a sus padres leer o si no recibe estimulación por parte de ellos; si no les contamos cuentos, si no les presentamos la lectura, los libros y los cuentos como algo fantástico, curioso y atractivo. Debería mantenerse el rol de cuentacuentos tradicional, como lo han hecho multitud de abuelos. Tenemos que olvidar la lectura como una actividad meramente escolar.
No hay nada más triste que entrar en una casa y no ver un libro, a mí esas casas me deprimen. Es de las primeras cosas en las que me fijo cuando me invitan a una casa, enseguida empiezo a buscar los libros y si hay confianza, los toco, los miro, leo el lomo. Me encanta.





martes, 6 de mayo de 2014

Microrrelatos.


El microrrelato es una construcción literaria narrativa distinta de la novela o el cuento. Es la denominación más usada para un conjunto de obras diversas cuya principal característica es la brevedad de su contenido. El microrrelato también es llamado microcuentominificciónmicroficcióncuento brevísimominicuento.(http://es.wikipedia.org/wiki/Microrrelato)


Hace poco conocí a un escritor Eduard Pereira , nacido en Sabanalarga (Antioquia) es alguien que se encarga de la hermosa construcción de microrrelatos que por medio de letras nos trasportan a otro lugar. Tuve la fortuna de recibir el regalo de un libro de este intrigante autor se llama Mientras, Crecía y otros cuentos que parecen reales. Así que aquí les dejo uno que me llamo mucho la atención.


AMOR ACUOSO

Tus ojos son gotas de lluvia, miel y pasto, mar, espuma, viento y tristeza. En ellos se cruza la nostalgia y tu amor encerrado entre cristales brillantes intentan ocultarse con elocuencia. Te vi, te quise para siempre. Me viste y tus ojos alumbraron como lo hacen cada vez que podemos vernos. Siento tu enojo y tu impotencia. La fuerza de lo que sientes se acrecienta con el tiempo y la llama de tu amor, mezclado con el mio, hace que el agua se evapore.

Hoy estoy hablando mucho. Generalmente encierro mis pensamientos en sutiles miradas. Pero me canso, me agoto siempre. Quiero tenerte, quieres tenerme y es imposible hacerlo. Hablamos. Gritamos. Nadie escucha. Nadie entiende. Nadie comprende. ¿ Quien podría concebir amor en todo esto, si nuestras palabras las disuelve el agua y solo entre nosotros se permiten los acentos?.

Nado en ideas terribles. Me invade la tristeza. Navego en mi pequeño y estrecho mundo donde no estas tu, pero te siento y algo adentro se estremece.Pequeñas lagrimitas sueltan mis ojos chocolate. Sufro al amarte y al saber que me amas, pero no es posible estar juntos. A lo mejor algún día, el destino logre juntar nuestras aguas y podamos nadar en la misma pecera.

Es triste ser un pez que muere por estar en la pecera del frente .



Gabo: Cómo empecé a escribir

Gabriel García Márquez expuso las razones que lo llevaron a convertirse en un escritor de oficio.

Gabo: Cómo empecé a escribir
Discurso pronunciado por Gabriel García Márquez en una de sus visitas a Venezuela y más tarde divulgado en el periódico, en el que el futuro Premio Nobel expuso las razones que lo llevaron a convertirse en un escritor de oficio. 
Primero que todo, perdóneme que hable sentado, pero la verdad es que si me levanto corro el riesgo de caerme de miedo. De veras. Yo siempre creí que los cinco minutos más terribles de mi vida me tocaría pasarlos en un avión y delante de 20 a 30 personas, no delante de 200 amigos como ahora. Afortunadamente, lo que me sucede en este momento me permite empezar a hablar de mi literatura, ya que estabapensando que yo comencé a ser escritor en la misma forma que me subí a este estrado: a la fuerza. Confieso que hice todo lo posible por no asistir a esta asamblea: traté de enfermarme, busqué que me diera una pulmonía, fui a donde el peluquerocon la esperanza de que me degollara y, por último, se me ocurrió la idea de venir sin saco y sin corbata para que no me permitieran entrar en una reunión tan formal como esta, pero olvidaba que estaba en Venezuela, en donde a todas partes se puede ir en camisa. Resultado: que aquí estoy y no sé por dónde empezar. Pero les puedo contar, por ejemplo, cómo comencé a escribir.
A mí nunca se me había ocurrido que pudiera ser escritor pero, en mis tiempos de estudiante, Eduardo Zalamea Borda, director del suplemento literario de El Espectador de Bogotá, publicó una nota donde decía que las nuevas generaciones de escritores no ofrecían nada, que no se veía por ninguna parte un nuevo cuentista ni un nuevo novelista. Y concluía afirmando que a él se le reprochaba porque en su periódico no publicaba sino firmas muy conocidas de escritores viejos, y nada de jóvenes en cambio, cuando la verdad —dijo— es que no hay jóvenes que escriban.
A mí me salió entonces un sentimiento de solidaridad para con mis compañeros de generación y resolví escribir un cuento, no más por taparle la boca a Eduardo Zalamea Borda, que era mi gran amigo, o al menos que después llegó a ser mi gran amigo. Me senté y escribí el cuento, lo mandé a El Espectador. El segundo susto lo obtuve el domingo siguiente cuando abrí el periódico y a toda página estaba mi cuento con una nota donde Eduardo Zalamea Borda reconocía que se había equivocado, porque evidentemente con “ese cuento surgía el genio de la literatura colombiana” o algo parecido.
Esta vez sí que me enfermé y me dije: ¡En qué lío me he metido!” ¿Y ahora qué hago para no hacer quedar mal a Eduardo Zalamea Borda?” Seguir escribiendo, era la respuesta. Siempre tenía frente a mí el problema de los temas: estaba obligado a buscarme el cuento para poderlo escribir.
Y esto me permite decirles una cosa que compruebo ahora, después de haber publicado cinco libros: el oficio de escritor es tal vez el único que se hace más difícil a medida que más se practica. La facilidad con que yo me senté a escribir aquel cuento una tarde no puede compararse con el trabajo que me cuesta ahora escribir una página. En cuanto a mi método de trabajo, es bastante coherente con esto que les estoy diciendo. Nunca sé cuánto voy a poder escribir ni qué voy a escribir. Espero que se me ocurra algo y, cuando se me ocurre una idea que juzgo buena para escribirla, me pongo a darle vueltas en la cabeza y dejo que se vaya madurando. Cuando la tenga terminada (y a veces pasan muchos años, como en el caso de Cien años de soledad que pasé diez y nueve años pensándola), cuando la tengo terminada repito, entonces me siento a escribirla y ahí empieza la parte más difícil y la que más me aburre. Porque lo más delicioso de la historia es concebirla, irla redondeando, dándole vueltas y revueltas, de manera que a la hora de sentarse a escribirla ya no le interesa a uno mucho, o al menos a mí no me interesa mucho.
La idea que le da vueltas
Les voy a contar, por ejemplo, la idea que me está dando vueltas en la cabeza hace ya varios años y sospecho que la tengo ya bastante redonda. Se las cuento ahora, porque seguramente cuando la escriba, no sé cuando, ustedes la van a encontrar completamente distinta y podrán observar en qué forma evolucionó. Imagínense un pueblo muy pequeño donde hay una señora vieja que tiene dos hijos, uno de 17 y una hija menor de 14. Está sirviéndoles el desayuno a sus hijos y se le advierte una expresión muy preocupada. Los hijos le preguntan qué le pasa y ella responde: No sé, pero he amanecido con el pensamiento de que algo muy grave va a suceder en este pueblo”.
Ellos se ríen de ella, dicen que esos son presentimientos de vieja, cosas que pasan. El hijo se va a jugar billar, y en el momento en que va a tirar una carambola sencillísima, el adversario le dice: “Te apuesto un peso a que no la haces”. Todos se ríen, él se ríe, tira la carambola y no la hace. Pago un peso y le pregunta: ¿Pero qué pasó, si era una carambola tan sencilla? Dice: “Es cierto, pero me ha quedado la preocupación de una cosa que me dijo mi mamá esta mañana sobre algo grave que va a suceder en este pueblo”. Todos se ríen de él y el que se ha ganado el peso regresa a su casa, donde está su mamá y una prima o una nieta o en fin, cualquier parienta. Feliz con su peso dice: “Le gané este peso a Dámaso en la forma más sencilla, porque es un tonto”. “¿Y por qué es un tonto?”. Dice: “Hombre, porque no pudo hacer una carambola sencillísima estorbado por la preocupación de que su mamá amaneció hoy con la idea de que algo muy grave va a suceder en este pueblo”.
Entonces le dice la mamá: “No te burles de los presentimientos de los viejos, porque a veces salen”. La parienta lo oye y va a comprar carne. Ella dice al carnicero: “véndame una libra de carne” y, en el momento en que está cortando, agrega: “Mejor véndame dos porque andan diciendo que algo grave va a pasar y lo mejor es estar preparado”. El carnicero despacha su carne y cuando llega otra señora a comprar una libra de carne, le dice: “Lleve dos porque hasta aquí llega la gente diciendo que algo muy grave va a pasar, y se está preparando, y andan comprando cosas”.
Entonces la vieja responde: “Tengo varios hijos, mire, mejor deme cuatro libras”. Se lleva cuatro libras y para no hacer largo el cuento, diré que el carnicero en media hora agota la carne, mata otra vaca, se vende toda y se va esparciendo el rumor. Llega el momento en que todo el mundo en el pueblo está esperando que pase algo. Se paralizan las actividades y de pronto, a las dos de la tarde, hace calor como siempre. Alguien dice: “Se han dado cuenta del calor que está haciendo?”. “Pero si en este pueblo siempre ha hecho calor”. Tanto calor que es un pueblo donde todos los músicos tenían instrumentos remendados con brea y tocaban siempre a la sombra porque si tocaban al sol se les caían a pedazos. “Sin embargo —dice uno— nunca a esta hora ha hecho tanto calor”, “sí, pero no tanto calor como ahora”. Al pueblo desierto, a la plaza desierta, baja de pronto un parajito y se corre la voz: “hay un pajarito en la plaza”. Y viene todo el mundo espantado a ver el pajarito.
“Pero, señores, siempre ha habido pajaritos que bajan”. “Sí, pero nunca a esta hora”. Llega un momento de tal tensión para los habitantes del pueblo que todos están desesperados por irse y no tienen el valor de hacerlo. “Yo sí soy muy macho —grita uno— yo me voy”. Agarra sus muebles, sus hijos, sus animales, los mete en una carreta y atraviesa la calle central donde está el pobre pueblo viéndolo. Hasta el memento en que dicen: “Si este se atreve a irse, pues nosotros también nos vamos”, y empiezan a desmantelar literalmente al pueblo. Se llevan las cosas, los animales, todo. Y uno de los últimos que abandona el pueblo dice: “Que no venga la desgracia a caer sobre todo lo que queda de nuestra casa” y entonces incendia la casa y otros incendian otras casas. Huyen en un tremendo y verdadero pánico, como en éxodo de guerra, y en medio de ellos va la señora que tuvo el presagio clamando: “Yo lo dije, que algo muy grave iba a pasar y me dijeron que estaba loca”.
A MÍ NUNCA SE ME HABÍA OCURRIDO QUE PUDIERA SER ESCRITOR PERO, EN MIS TIEMPOS DE ESTUDIANTE, EDUARDO ZALAMEA BORDA,  PUBLICÓ UNA NOTA DONDE DECÍA QUE LAS NUEVAS GENERACIONES DE ESCRITORES NO OFRECÍAN NADA.

Consulta web 2.0




La Web 2.0 es la transición que se ha dado de aplicaciones tradicionales hacia aplicaciones que funcionan a través de los web enfocados al usuario final. Se trata de aplicaciones que generen colaboración y de servicios que reemplacen las aplicaciones de escritorio.

Es una etapa que ha definido nuevos proyectos en Internet y está preocupándose por brindar mejores soluciones para el usuario final. Muchos aseguran que hemos reinventado lo que era el Internet, otros hablan de burbujas e inversiones, pero la realidad es que la evolución natural del medio realmente ha propuesto cosas más interesantes como lo analizamos diariamente en las notas de Actualidad.

Y es que cuando el web inició, nos encontrábamos en un entorno estático, con páginas en HTML que sufrían pocas actualizaciones y no tenían interacción con el usuario.

El término Web 2.0

Pero para entender de donde viene el término de Web 2.0 tenemos que remontarnos al momento en que Dale Dougherty de O’Reilly Media utilizó este término en una conferencia en la que compartió una lluvia de ideas junto a Craig Cline de MediaLive. En dicho evento se hablaba del renacimiento y evolución de la web.

Constantemente estaban surgiendo nuevas aplicaciones y sitios con sorprendentes funcionalidades. Y así se dio la pauta para la Web 2.0 conference que arranca en el 2004 y hoy en día se realiza anualmente en San Francisco, con eventos adicionales utilizando la marca en otros países.

En la charla inicial del Web Conference se habló de los principios que tenían las aplicaciones Web 2.0:

·         La web es la plataforma

·         La información es lo que mueve al Internet

·         Efectos de la red movidos por una arquitectura de participación.

·         La innovación surge de características distribuidas por desarrolladores independientes.

·         El fin del círculo de adopción de software pues tenemos servicios en beta perpetuo



Entender la evolución que ha llegado con la Web 2.0 puede realizarse con ejemplos, con proyectos. Podemos comparar servicios web que marcan claramente la evolución hacia el Web 2.0 con una nueva forma de hacer las cosas:

El uso de el término de Web 2.0 está de moda, dándole mucho peso a una tendencia que ha estado presente desde hace algún tiempo. En Internet las especulaciones han sido causantes de grandes burbujas tecnológicas y han hecho fracasar a muchos proyectos.
Además, nuestros proyectos tienen que renovarse y evolucionar. El Web 2.0 no es precisamente una tecnología, sino es la actitud con la que debemos trabajar para desarrollar en Internet. Tal vez allí está la reflexión más importante del Web 2.0.
Yo ya estoy trabajando en renovar y mejorar algunos proyectos, no por que busque etiquetarlos con nuevas versiones, sino porque creo firmemente que la única constante debe ser el cambio, y en Internet, el cambio debe de estar presente más frecuentemente.

Que tal si leemos un cuento que pondrá a jugar nuestra imaginación y sentido del humor .

ALGO MUY GRAVE VA A SUCEDER EN ESTE PUEBLO

Autor: Gabriel García Márquez
Imagínese usted un pueblo muy pequeño donde hay una señora vieja que tiene dos hijos, uno de 17 y una hija de 14. Está sirviéndoles el desayuno y tiene una expresión de preocupación. Los hijos le preguntan qué le pasa y ella les responde:
-No sé, pero he amanecido con el presentimiento de que algo muy grave va a sucederle a este pueblo.
Ellos se ríen de la madre. Dicen que esos son presentimientos de vieja, cosas que pasan. El hijo se va a jugar al billar, y en el momento en que va a tirar una carambola sencillísima, el otro jugador le dice:
-Te apuesto un peso a que no la haces.
Todos se ríen. Él se ríe. Tira la carambola y no la hace. Paga su peso y todos le preguntan qué pasó, si era una carambola sencilla. Contesta:
-Es cierto, pero me ha quedado la preocupación de una cosa que me dijo mi madre esta mañana sobre algo grave que va a suceder a este pueblo.
Todos se ríen de él, y el que se ha ganado su peso regresa a su casa, donde está con su mamá o una nieta o en fin, cualquier pariente. Feliz con su peso, dice:
-Le gané este peso a Dámaso en la forma más sencilla porque es un tonto.
-¿Y por qué es un tonto?
-Hombre, porque no pudo hacer una carambola sencillísima estorbado con la idea de que su mamá amaneció hoy con la idea de que algo muy grave va a suceder en este pueblo.
Entonces le dice su madre:
-No te burles de los presentimientos de los viejos porque a veces salen.
La pariente lo oye y va a comprar carne. Ella le dice al carnicero:
-Véndame una libra de carne -y en el momento que se la están cortando, agrega-: Mejor véndame dos, porque andan diciendo que algo grave va a pasar y lo mejor es estar preparado.
El carnicero despacha su carne y cuando llega otra señora a comprar una libra de carne, le dice:
-Lleve dos porque hasta aquí llega la gente diciendo que algo muy grave va a pasar, y se están preparando y comprando cosas.
Entonces la vieja responde:
-Tengo varios hijos, mire, mejor deme cuatro libras.
Se lleva las cuatro libras; y para no hacer largo el cuento, diré que el carnicero en media hora agota la carne, mata otra vaca, se vende toda y se va esparciendo el rumor. Llega el momento en que todo el mundo, en el pueblo, está esperando que pase algo. Se paralizan las actividades y de pronto, a las dos de la tarde, hace calor como siempre. Alguien dice:
-¿Se ha dado cuenta del calor que está haciendo?
-¡Pero si en este pueblo siempre ha hecho calor!
(Tanto calor que es pueblo donde los músicos tenían instrumentos remendados con brea y tocaban siempre a la sombra porque si tocaban al sol se les caían a pedazos.)
-Sin embargo -dice uno-, a esta hora nunca ha hecho tanto calor.
-Pero a las dos de la tarde es cuando hay más calor.
-Sí, pero no tanto calor como ahora.
Al pueblo desierto, a la plaza desierta, baja de pronto un pajarito y se corre la voz:
-Hay un pajarito en la plaza.
Y viene todo el mundo, espantado, a ver el pajarito.
-Pero señores, siempre ha habido pajaritos que bajan.
-Sí, pero nunca a esta hora.
Llega un momento de tal tensión para los habitantes del pueblo, que todos están desesperados por irse y no tienen el valor de hacerlo.
-Yo sí soy muy macho -grita uno-. Yo me voy.
Agarra sus muebles, sus hijos, sus animales, los mete en una carreta y atraviesa la calle central donde está el pobre pueblo viéndolo. Hasta el momento en que dicen:
-Si éste se atreve, pues nosotros también nos vamos.
Y empiezan a desmantelar literalmente el pueblo. Se llevan las cosas, los animales, todo.
Y uno de los últimos que abandona el pueblo, dice:
-Que no venga la desgracia a caer sobre lo que queda de nuestra casa -y entonces la incendia y otros incendian también sus casas.
Huyen en un tremendo y verdadero pánico, como en un éxodo de guerra, y en medio de ellos va la señora que tuvo el presagio, clamando:
-Yo dije que algo muy grave iba a pasar, y me dijeron que estaba loca.